Desde 1997, cuando estuvimos tan cerca, pero fuimos eliminados por diferencia de goles, soñábamos con algún día tener nuestra revancha y cada inicio de eliminatoria era pensar que iba ser nuestra la clasificación.
Las matemáticas siempre fueron nuestro mejor aliado, pero al final siempre terminábamos desilusionados y con algunas lágrimas que a veces la gente no entendía. “Siempre será los mismo”, decían.
El “Te Amo Perú” que inmortalizó Roberto Palacios soñábamos verlo algún día en un mundial, pero no era posible. Los mundiales pasaban, pero siempre tuvimos que contentarnos con alentar a los equipos sudamericanos.
¿Cuándo será el día? ¿Cuándo nos toca a nosotros?, eran las preguntas que más de mil veces nos hacíamos, pero siempre encontrábamos la respuesta negativa de aquellos que nunca confiaron en la selección. Y en estas eliminatorias, tampoco fue la excepción.
Sufrimos tanto, que incluso muchos de nosotros pensamos en algún momento que moriríamos sin ver a nuestra selección en el mundial. Sin embargo, el momento que soñamos llegó.
Hoy, quizás muchos de nuestra generación (80, 90 hasta hoy), se levantaron temprano o tal vez no durmieron, pero era de esperarse. Desde noviembre, empezó la fiesta.
El sueño terminó y hoy ya despertamos para vivir nuestra realidad. Si, estamos en el mundial y ya no es un sueño. Hoy es nuestro día y por primera viviremos la fiesta más grande del fútbol.
Ya no habrá más Cubillas, Oblitas o Cueto. Hoy viviremos nuestra propia realidad para algún día poderla contar a las nuevas generaciones, tal como siempre nos contaban nuestros padres.
Gracias Dios por permitirnos vivir este sueño llamado Rusia 2018.