Otro de los grandes jugadores de Alianza Atlético de Sullana que dejó un gran legado en la institución, fue el sullanero Enrique García Panta, quien formó parte de aquel equipo del Tano Bartoli que llevó al Vendaval a la elite profesional.
García Panta nació el 16 de junio de 1962 y sus inicios en el fútbol los hizo en el club Sport Barrio Norte, donde luego pasó al Nacional Defensor del mismo barrio.
“Yo empecé jugando Segunda División y fue algo muy anecdótico porque cuando jugué ahí en el Nacional Defensor, solo faltaba un marcador izquierdo y yo era derecho, a parte que mi Papá no quería que jugará por el Nacional, sino por Alianza Atlético y, por ahí yendo contra su voluntad y apoyándome sobre mi madre, hice que firme la carta poder y, a las diez de la noche en que se cerraba el libro de pases firmé la noche del sábado y al siguiente día estuve jugando”, recordó García en una entrevista al periodista Alfonso Vera.
Tras los tres años en el Nacional Defensor, Enrique García pasó a las filas de Alianza Atlético tras una buena campaña que realizó con el equipo del Barrio Norte.
“Al final de la liguilla, los directivos de Alianza Atlético me hicieron saber de su interés por mis servicios y, fue así que llegamos a un buen acuerdo. Formalicé contrato y llegué a Alianza Atlético, cuando en ese entonces era presidente del club el doctor Luis Ferrioli Flores y el encargado de buscar jugadores era Elio Castillo, también del Barrio Norte”, recuerda García.
Luego de cuatro años, Alianza llegó a la etapa regional de la Copa Perú y de la mano del Tano Bartoli logró el ascenso al fútbol profesional en 1987, donde en aquel equipo también destacada el arquero Jorge Nùnjar, Jorge Monzón, Percy Taboada, Girón Sabaducci, Cristián Luna, El Pavo Valladares, El “Mudo” Ortiz, “Camarón” Rosales, Félix Suárez, Guillermo Deza, entre otros sullaneros identificados con el club.
EXTRACTO DE LA ENTREVISTA DE VIVA EL DEPORTE.
¿QUÉ GOL RECUERDAS CON LA CAMISETA DE ALIANZA ATLÈTICO?
El más emotivo y emocionante que siempre recuerdo es el que le marqué al Alianza Lima en el propio Lima, después de un excelente pase con taquito de Josè Zapata, volteándole el marcador en una liguilla al cuadro victoriano, a quién lo sacamos de la Copa Libertadores.
¿EN LA ÈPOCA DE ORO DE ALIANZA ATLÈTICO EN LA CUAL ESTUVISTE, SE JUGABA A ESTADIO LLENO?
Yo creo que quien salía ganando era la hinchada. Toda la gente concurría masivamente al estadio con el fin de ver un buen espectáculo y sobre todo de ver ganar al equipo de sus amores que era ALIANZA ATLÈTICO. Incluso mucha gente se quedaba en las afueras del estadio por la capacidad del estadio que no abastecía y, otra gente se dedicaba a los negocios, vendiendo bodoques, caramelos, hasta los que instalaban sus ranchos, vivanderas. Era una feria, algo grandioso y, me siento profundamente orgulloso de haber vivido todo eso en memorables jornada contagiando de felicidad a todo un pueblo como el nuestro.
TUVISTE MUCHOS ENTRENADORES, ¿CON CUÀL DE ELLOS TE QUEDAS?
Definitivamente con el “Tano” Bartoli, porque él me enseñó muchas cosas muy valiosas tanto en lo profesional, como en lo personal, evitando el trago, las mujeres, y de tanto vicio que hay en las calles. Este gran entrenador me ayudó a formarme y gracias a Dios, mi familia vive agradecida por todo lo que yo les brinde como fruto de mi trabajo.
¿TUVISTE OFERTAS DE OTROS CLUBES?
Tuve dos y hasta tres ofertas casi concretas; el problema era, que antes no había un represente como ahora, porque mientras yo jugaba, ya estaban preguntando por mí en Lima. Alianza Lima, Sporting Cristal y el Deportivo Municipal en su época de oro y, quizá no se dio por la argolla de siempre; también estuve a punto de anclar en el Atlético Torino de Talara, pero por maldad y egoísmo de Ramón Quiroga, que ni me quería en Alianza Atlético, tampoco quiso que me valla, fue un problema y lo considero, como una persona no grata.
Con información de Alfonso Vera Raymundo.