En el histórico estadio Campeones del 36, donde años atrás se escribieron las páginas de gloria más importantes en sus 105 años de historia, Alianza Atlético de Sullana selló su clasificación a la Copa Sudamericana luego de 16 año y jugará por cuarta vez un torneo internacional.
La temperatura no era solo ambiental. El calor del norte, ese que cada vez se hace más fuerte, se sentía esta vez en el corazón de los fieles hinchas que siguen creyendo en los colores del Vendaval del Norte.
El Estadio Campeones del 36 volvía a ser el altar de una gesta, y Alianza Atlético, el ‘Vendaval, cumplía con el destino que la historia le había reservado: la clasificación a la Copa Sudamericana tras una sequía de 16 largos años.
Con gol de Jeremy Canela, quien vistió la camiseta de los churres en el Apertura, Alianza Universidad de Huánuco se puso adelante en el marcador y luego el VAR le puso suspenso al partido al anular un gol a los churres.
El silencio momentáneo fue más ruidoso que cualquier grito, pero la afición de Sullana, curtida en mil batallas, no se rindió. El aliento se hizo sentir en el segundo tiempo y los jugadores entendieron que era el momento de despedir de su hinchada con una victoria.
Primero, luego de varios rebotes, el tumbesino Hernán Lupu puso el empate y luego a Jimy Pérez anotó un golazo de fuera del área para desatar la locura en las gradas del Campeones del 36. Las tribunas estallaron. Era el grito de 16 años de espera.
El estadio, con su nombre que evoca el campeonato nacional de 1936, fue nuevamente el testigo como el equipo de Gerardo Ameli lograba la hazaña. El pitazo final no fue solo el fin de un partido, sino el inicio de una fiesta. Jugadores abrazados, lágrimas de emoción en los rostros de los más antiguos dirigentes y el cántico de «y ya lo ven, y ya lo en, estamos en la Sudamericana, otra vez¡.
En la mente de los hinchas churres, quedarán grabadas las grandes atajadas del capitán Diego Melian, la solvencia en la defensa de Josué Villegas, Horacio Benincasa, Cristhian Vásquez y Erick Perleche.
En el medio campo, Frank Isique fue clave al igual que el tumbesino Hernán Lupu, Stefano Fernández. Guillermo Larios, Jimý Pérez, Alexis Cossio, Antony Gordillo y el despliegue de Federico Illanes, quien empujó desde adentro y fuera de la cancha.
Mención aparte merece el buen momento y el olfato goleador de Agustín Graneros, la calidad técnica de Luis Olmedo y el despertar del argentino Rodrigo Castro, quien fue la manija de los churres.
Daniel Prieto, el segundo arquero churre, también cumplió cuando Melian estuvo lesionado.