Cuando el maldito dinero y la camiseta pesan más, de nada servirá el fútbol y todas las ganas que pueden demostrar once jugadores que en base a su esfuerzo sueñan con conquistar la “complicada” Copa Perú.
El miércoles, una vez más el fútbol se vio manchado por los árbitros y por aquellos dirigentes que buscan siempre que los equipos con “tradición” lleguen a instancias finales. Así jueguen peor que un equipo de barrio.
De nada sirvió la aparición de Fernando Viera, quien por no tener padrino no está en la sub 17 de Alianza Atlético. De Eder Juárez, Kevin Almestar, Carlos Mogollón, Gonzáles, Jhon Landa, Ear Rivera, entre otros jugadores que demostraron en el campo de juego que pueden ser útil en cualquier equipo.
De nada sirve, que su presidente o sus entrenadores trabajen toda la semana para que sean eliminados por aquellos tipos encargados de repartir “justicia” dentro del campo de juego. El reconocimiento de los periodistas piuranos o hinchas que vieron que el J y V jugó mejor tampoco servirá de consuelo, pues la desilusión es tan grande como un desamor.
Tampoco sirvió el precedente, de hace dos semanas, cuando el otro equipo talareño Torino F.C., se retiró del campo aduciendo un mal arbitraje para favorecer al Chorrillos. Las circunstancias fueron casi igual, donde en ambos cotejos no se ejecutó el penal, pero los favorecido fueron los talareños.
Hoy los dos Torinos, aunque el menor o también conocido como Torinito tiene mejor juego, siguen en carrera. Mientras los jugadores e hinchas del J y V seguirán masticando su impotencia.
Hoy continúa la Copa Perú y sólo esperamos que de desarrolle con transparencia, aunque pareciera que no existe esta palabra en los dirigentes de la Federación y de la “Comisión” de Justicia… Que ganen los mejores y no la camiseta ni el dinero.
